SIN ALTERNANCIA NO HAY CAMBIO
Agus ciarletta

Fecha

Nota de Opinión – Agustina Ciarletta

Estas últimas semanas, y especialmente con la modificación de la ley 14.836 en la Provincia de Buenos Aires que establecía un límite a las reelecciones indefinidas, vimos como otra vez, gran parte de la dirigencia política debatía sus propios intereses en vez de unirse para enfrentar la crisis que estamos viviendo. Al parecer, las estadísticas ya no sensibilizan a nadie, y repetir una y otra vez que 7 de cada 10 niños y niñas en el conurbano son pobres o no tienen un plato de comida, ya no conmueve. Que la tasa de desocupación en el Gran Buenos Aires sea del 11,5 pareciera no ser suficiente para que los servidores públicos tengamos una excusa para salir a caminar por la calle, ver la realidad y dejar de discutir desde nuestros escritorios. Mueren por día un promedio de 2,3 personas a causa de homicidios, pero la seguridad de los bonaerenses no pareciera ser tan urgente como modificar leyes que permitan perpetuarse una vez más en el poder, debilitando la democracia.

Creo en el valor de la alternancia, los políticos no deben perpetuarse en el poder, sino construir liderazgos para darle continuidad a las buenas gestiones. Cuando decidimos hacer política, es para construir una sociedad mejor, no para perpetuarnos individualmente. La ley que ponía un límite a la reelección indefinida daba la oportunidad de generar eso, de desafiarnos a salir del personalismo y crear equipos.

Reivindico la Ley que impulsó María Eugenia Vidal por ser superadora y desafiarnos a construir una mejor política, reivindico a los intendentes como Martín Yesa que se animan a construir nuevos liderazgos, entendiendo que no son los dueños de un municipio y que, si hacen las cosas bien, los equipos continúan.

Es URGENTE que podamos tener una mirada superadora, a largo plazo, donde la palabra y las leyes que con tanto esfuerzo trabajamos no se las lleve el viento, o las elecciones. El intercambio oportunista y la incoherencia sólo son eficaces a corto plazo y no se corresponden con la realidad. Debemos romper el status quo de la política tradicional y dejar de eludir límites que nos imponemos nosotros mismos. En cientos de municipios están siempre los mismos; apellidos que se repiten y cargos que se reparten en la mesa familiar.

Este año no es de victorias ganadas, sino de compromisos asumidos para devolverle a la ciudadanía la confianza que nos depositó; no hay lugar ni tiempo para mezquindades y egos. Ya no es suficiente decir, hay que hacer y demostrar que la política no se hizo para resolver los problemas de los políticos sino de los argentinos que salen todos los días a pelearla.

El mundo se está debatiendo entre cambios enormes, tecnológicos, ambientales, culturales y políticos, Argentina no es la excepción. Los que un día decidimos involucrarnos en política, lo hicimos con la convicción de hacer de nuestro país un lugar mejor, con más oportunidades. Hartos de las políticas y los políticos de siempre, decidimos y nos comprometimos a actuar.
Con el tiempo aprendo que no basta con comprometerse, sino que hay que tener voluntad, valores y trabajar todos los días para pasar de una agenda política mezquina y centrada en intereses particulares, a los temas que realmente le preocupan los vecinos: salud, seguridad, trabajo y educación.

OTRAS
NOVEDADES